Playing Lean: Lecciones de un juego

Luis Carranza Perales
5 min readMay 23, 2018

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Lecciones aprendidas en un taller de 3 horas con un juego de mesa

Hace un día, tuve la oportunidad de asistir a un taller de Playing Lean, un juego de mesa que busca enseñar de manera fácil y divertida la metodología Lean Startup. Y, aunque mucho se ha escrito sobre la metodología (puedes revisar este artículo en español o la página original en inglés), poner sus principios en práctica en un breve juego te permite experimentar de primera mano cómo podrías tú mismo ponerla en acción.

Fuente: Grasshopper Herder Lean Startup Blog

Al principio, tenía planeado escribir este artículo justo después del evento, pero el poder escribirlo luego de más de 24 horas creo que puede depurar mejor las verdaderas lecciones que te transmite este juego, pues son las que más profundamente han calado en mí.

El objetivo del juego es simple: tienes que vender al usuario exactamente el producto que desea, el cual tienes que ir construyendo turno por turno. Los usuarios están divididos en una cuadrícula, y gana el primero que vende al usuario rojo, que está al medio de todos.

Puedes ver cómo se juega en este vídeo en inglés

Antes que nada, observar

El principio básico del juego (y, por supuesto, de la metodología) es explorar lo que el usuario desea. Saber con precisión lo que cada uno espera es elemental para progresar, porque si construyes un producto y pones una característica de más o te falta una, no podrás venderle a ese usuario, y además perderás la oportunidad de venderle para siempre. Con esta regla, el juego quiere darle un gran énfasis a uno de los pilares de Lean Startup: descubrir las verdaderas necesidades de un usuario.

Antes de construir cualquier cosa, esta metodología insta a investigar lo que los usuarios piensan y sienten, y la única manera de poder descubrir eso es observándoles y conectando con ellos. Es por esto que al usar Lean Startup, se dice que uno no encontrará ninguna respuesta en la oficina: hay que salir a buscar hechos, y los únicos que los tendrán serán los mismos usuarios.

Un error que cometimos varias veces durante el juego fue apuntar mal las características que quería un usuario, o confundirlas con las de otro. Puede sonar algo poco probable de suceder, pero en la rapidez de los turnos (que son de un minuto y medio al principio, y luego progresivamente más cortos) uno puede cometer errores así de graves. Creo que esto se traduce al mundo real en qué tanta atención realmente estamos prestando a lo que dicen los usuarios. Hay datos importantísimos que pueden perderse entre líneas, cosas que no estén diciendo directamente, sino que haya que interpretar, así como también hay prejuicios que podríamos estar trayendo a nuestras investigaciones y que podrían dañar nuestras conclusiones.

Importancia de los reflejos y la flexibilidad

“Todos tienen un plan, hasta que reciben un puñetazo en la cara”
Mike Tyson

Una vez que logras vender correctamente y ese primer usuario se convierte en un cliente, pasas a seguir investigando, para ir expandiendo al mercado al que le vendes. Pero es muy probable que los resultados de esta nueva búsqueda te lleven a hallazgos inesperados: tienes que dar un giro de 360° con tu producto.

Por eso, otro de los principios que se presentan en Lean Startup es el de la flexibilidad, pues uno siempre debe estar dispuesto a realizar cambios sobre la marcha. A esto se le conoce comúnmente como pivotar.

En el juego, qué tan presente tengas el principio de ser flexible se puede ver claramente en tus reflejos: los equipos que están más dispuestos a cambiar son los que lo hacen con mayor celeridad. Esto es, al menos dentro de lo que observé, porque no se pierde tiempo con comentarios negativos (o, peor aún, con silencios prolongados), sino que rápidamente se salta a la acción que hay que tomar para responder al cambio que se presenta.

La clave de todo: comunicación

En mi opinión, lo más importante durante el juego fue el tener una buena comunicación. Creo que eso fue lo que nos llevó a ganar, aún cuando empezamos con tropiezos, y cuando había un equipo que nos llevaba una gran ventaja (habían vendido a más clientes, lo que, en el juego, significa que podían contar con más trabajadores).

Nuestra comunicación funcionaba porque sabíamos escuchar. Cada uno decía su opinión, cuando creía tener la respuesta a nuestro problema del turno, pero en el momento en el que nos corregían los demás, o cuando una mejor idea se presentaba, simplemente sabíamos reconocerlo e íbamos con aquello. Eso permitió que pudiésemos expresarnos abiertamente, porque contábamos que, al final, todos escucharíamos a todos y nos quedaríamos con la mejor propuesta.

Pero no solo se trataba de escucharnos entre nosotros mismos. ¡También había que escuchar a la competencia! Hubo un equipo que supo aprovechar nuestro error inicial, en el que intentamos vender un producto que no cumplía con las características que ese usuario esperaba. Y otro equipo, aún más observador, supo adaptar su estrategia para construir un producto similar a lo que nosotros, que fuimos el primer grupo en saber lo que el usuario final (la pieza del centro, la que te permitía ganar el juego) pedía, ya estábamos construyendo.

Aún cuando la comunicación interna puede estar funcionando bien, podemos entrar en problemas si no abrimos los ojos y oídos hacia afuera. Otro de los equipos gastó un valiosísimo turno (con el cual nos hubiesen ganado) en investigar los requerimientos del usuario final, cuando nosotros ya lo sabíamos y ya habíamos empezado a transformar nuestro producto en lo que este requería.

Aprender como jugando

La experiencia no solo fue bastante enriquecedora, sino que también muy divertida. Estoy seguro que hay varios otros puntos que se me están pasando, pero estos fueron los que más quedaron conmigo. Son lecciones que no voy a olvidar… y si lo hago, espero poder escuchar a las señales de que me estoy equivocando, reaccionar rápidamente para corregir mi error, y observar el nuevo panorama para aprender nuevas lecciones.

¡Gracias a Pedro Mateos, quien dictó el taller, y a Miraflores Open Future por la oportunidad!

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Luis Carranza Perales
Luis Carranza Perales

Written by Luis Carranza Perales

Me encanta compartir ideas e historias. Creo en el emprendimiento y la innovación social como herramientas para construir nuestra evolución.

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